Albert Camus wrote that the only serious question is whether to kill yourself or not. Tom Robbins wrote that the only serious question is whether time has a beginning and an end. Camus clearly got up on the wrong side of bed, and Robbins must have forgotten to set the alarm.
There is only one serious question. And that is: Who knows how to make love stay? 
Answer me that and I will tell you whether or not to kill yourself. Answer me that and I will ease your mind about the beginning and the end of time. 
Answer me that and I will reveal to you the purpose of the moon.

Tom Robbins

marzo 22, 2010

Acaso la razón proteste
por la triste realidad de la vida
y advierta al doliente corazón
cuán vanos sus sueños queridos pueden siempre ser,
y la verdad puede brusca pisotear
las flores que la fantasía ahora mismo aireó.

Pero tú estás siempre ahí, para volver a traer,
con tu soplo de vida,
las eternas visiones del seco manantial
y sacar de la muerte una vida más viva,
y hablar al oído con divina voz
de otros mundos reales tan bellos como el tuyo.

– Emily Brontë

agosto 18, 2009

¡No, no moriré!
¡Y para siempre viviré!
Pues mi corazón alberga aquello
que ni la muerte ya podrá con ello.

Lesya Ukrainka

«En las Orillas de Alejandría»

siga contando…

marzo 1, 2009

Fragmento de «El Maestro y Margarita» de Mijaíl Bulgakov.

Capítulo XIII, páginas 177-178:

-No pienso nada -exclamó Iván-, ¡siga contando, se lo ruego!
El huésped siguió:
-Pues sí, me miró sorprendida y luego preguntó:
»-¿Es que no le gustan las flores?
»Me pareció advertir cierta hostilidad en su voz. Yo caminaba a su lado, tratando de adaptar mi paso al suyo y, para mi sorpresa, no me sentía incómodo.
»-Me gustan las flores, pero no éstas -dije.
»-¿Y qué flores le gustan?
»-Me gustan las rosas.
»Me arrepentí enseguida de haberlo dicho, porque sonrió con aire culpable y arrojó sus flores a una zanja. Estaba algo desconcertado, recogí las flores y se las di. Ella, sonriendo, hizo ademán de rechazarlas y las llevé yo.
»Así anduvimos un buen rato, sin decir nada, hasta que me quitó las flores y las tiró a la calzada, luego me cogió la mano con la suya, enfundada en un guante negro, y seguimos caminando juntos.
-Siga -dijo Iván- se lo suplico, cuéntemelo todo.
-¿Que siga? -preguntó el visitante-. Lo que sigue ya se lo puede imaginar -se secó la lágrima repentina con la manga del brazo derecho y siguió hablando-. El amor surgió ante nosotros, como surge un asesinato en la noche, y nos alcanzó a los dos. Como alcanza un rayo o un cuchillo de acero. Ella decía después que no había sido así, que nos amábamos desde hacía tiempo, sin conocernos, sin habernos visto, cuando ella vivía con otro hombre… y yo, entonces… con esa… ¿cómo se llama?
-¿Con quién? -preguntó Desamparado.
-Con esa… bueno… con… -respondió el huésped, moviendo los dedos.
-¿Estuvo casado?
-Si, claro, por eso muevo los dedos… Con esa… Várenka… Mánechka… no, Várenka… con un vestido a rayas, el museo… No, no lo recuerdo.
»Pues ella decía que había salido aquel día con las flores amarillos, para que al fin yo la encontrara, y si yo no la hubiese encontrado, habría acabado envenenándose, porque su vida estaba vacía.
»Sí, el amor nos venció al instante. Lo supe ese mismo día, una hora después, cuando estábamos, sin habernos dado cuenta, al pie de la muralla del Kremlin, en el río.

una odisea literaria

diciembre 3, 2008

Hace algunos días encontré escondido entre los libros de mi estantería un tomo muy especial. No pude evitar sonreír y recordar con brillo en los ojos el momento en el que lo conseguí.Era mi primera navidad en España, en Madrid hacía un frío tremendo que para mi no era frío, y creo que aun no había asimilado donde me encontraba.

El libro del que estoy hablando es el nº 100 de la colección Espasa Juvenil, dedicado a cuentos muy cortos. Recibí el regalo de parte de Liz Lobato, alguien a quien no conocía demasiado, pero a la que admiraba. Me fascinaba lo cercana que se mostró hacia mi, junto a toda su familia, sin apenas conocerme.

Era mi primer libro en español, el primero. Podría releerlo mil veces… pero no tengo intención de hacerlo. Perdería parte de esa «magia» que un día me ofreció.

«Por primera vez, desde que la guardara en su escondite secreto, abrió la caja de música y escuchó aquel vals que, durante setenta y tres años, sólo había oído en su memoria.

Las lágrimas corrían, mansas, por sus mejillas; abrían surcos en el polvo que cubría su rostro y empapaban el pañuelo que protegía su respiración. Cuando cesó la música, volvió a dar cuerda a la caja.

Una vez… y otra… y otra…

Hasta que la caja resbaló de sus manos y rodó hasta el muro de cascotes. Entonces, creyó oír la música de la caja que sonaba una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez… Igual que creía oírla cuando entraba en la sala de estar. Aquella música que sonaba una vez y otra y otra… sin que nadie diera cuerda a la caja.

Agotada por el cansancio y las emociones, sus ojos comenzaron a cerrarse.

Ida descansaba arropada por aquella música, intermitente, que durante setenta y tres años sólo había sonado en su cabeza.

¿Sólo había sonado en su cabeza?«

Fragmento de «A ritmo de vals» de Fernando Alonso

«¡Va de cuentos!»

Espasa Juvenil, 1999

Antes de nada, quiero pedir disculpas por dejar esto tan abandonado… lo siento muchisimo (aunque sé que esto le importa mas bien a pocos jajaja).

Y bueno, antes de ausentarme una semana mas, despues de una larga traducción, dejo la leyenda de la fundación de la cuidad de Kiev, recopilada por Andrey Gregorovich.

ÉRASE UNA VEZ una familia real formada por tres hermanos. Los tres hermanos llevaban los nombres de Kie, Shchek y Khoriv y tenían una bella hermana llamada Lebid (Cisne). Perdieron a sus padres en manos de los invasores del Este asi que estaban buscando un lugar que llamar hogar.

Cuando llegaron a las orillas del hermoso rio Dnieper y vieron las siete majestuosas colinas cubiertas de árboles de castaño y flores que rodeaban el rio, Kie decidió que aquel era el sitio perfecto para crear un nuevo hogar.

Kie y sus hermanos construyeron una barca y entonces cruzaron el poderoso rio Dnieper hacia la ribera de la parte oeste. Pero…¿cuál será el nombre de la metrópolis? Los hermanos de Kie y su hermana decidieron llamar la nueva cuidad Kyiv, en honor a su fuerte y valiente hermano mayor, el Rey Kie. Asi, la cuidad de Kyiv fue fundada en el último fin de semana de mayo, en la primavera del año 482 d.C.

Kie gobernaba en la colina que ahora es llamada Borichev, Shchek se estableció en la colina llamada Shchekovitsa, y Khoriv se estableció en la tercera colina, que despues recibió el nombre de Khorevitsa. Y asi fué como fundaron la gran cuidad hace 1.500 años.

En tiempos anteriores esa fue la tierra de tripilianos, cimerios, escitas, sármatas, alanos y las legendarias amazonas. El historiados griego Heródoto, «El Padre de La Historia», escribió que el mismo Hércules encontró esta tierra.

Según la leyenda, el apostol San Andrés llegó al Monte Starokievska siglos antes, como misionero de los escitas. Levantó una cruz en las colinas de Kyiv y predijo que algun día, una gran cuidad será constituida alli, y que habrá muchas iglesias donde adorar a Dios. Y asi, la profecía fue realizada.

Con la llegada de mercaderes y artesanos se estableció el centro del comercio en el Podol. Kyiv fue creciendo poco a poco, y se convertía en la Espléndida Cuidad de Kyiv.

En 988 d.C el Rey Vladimir bautizó su nación eslava, el pueblo ucraniano de la rus’ kievita. Fue aquí, donde la extensa calle Kreshchatik todavía marca el camino que hizo el pueblo ucraniano desde las colinas hasta el rio Dnieper para ser bautizados en la Iglesia Cristiana por sacerdotes griegos de Constantinopla.

El Rey Vladimir construyó la Iglesia Desyatina, y en 1036, su hijo el Rey Yaroslav construyó  la Catedral de Santa Sofía, que se convirtió en la Madre Iglesia de Ucrania, y durante cientos de años el inmortal mosaico de oro de la Virgen Oranta pudo verse sobre Kyiv. La invasión mongol de 1240 y las posteriores no pudieron destruir esta «pared invencible» de Kyiv. El Arcángel San Miguel protegió la reliquia restante de los días de la dorada gloria de Kyiv.

En el año 1187 fue la primera vez cuando las crónicas históricas fue mencionado el nuevo nombre de «Ucraïna» en vez del antiguo nombre de esa tierra, «Rus’ »

Siglos mas tarde, en 1492, los cosacos ucranianos, los famosos Zaporozhiansi, aparecieron en la historia como los defensores de la Iglesia Cristiana y la nación Ucraniana frente a invasores tártaros, turcos, polacos y rusos. Y como dijo el gran poeta Taras Shevchenko en «El Sueño»: «El primero (Zar Pedro I) torturó mi querido país, La segunda (Katerina II) dió el soplo final, y que hundió mi tierra en la mas profunda pena…»

La «triste Ucrania» de Shevchenko ahora ha renacido en el mundo como «la Familia de Naciones Libres». Y la cuidad de Kyiv, la capital del antiguo Reino de Rus’, que es una de las mas bellas cuidades en el mundo actual, se ha convertido en la «dorada» capital de la democrática, libre e independiente Ucrania.

Andei Gregorovich

Una historia bella, ¿no crees?

Y con esto, me despido, porque me voy un tiempecillo por tierras catalanas 🙂

Taras Shevchenko

agosto 1, 2008

No me he podido resistir, asi que debo poner algo sobre este gran hombre.
Taras Hryhorovych Shevchenko (Тара́с Григо́рович Шевче́нко) (Morinchi, Óblast de Cherkasy, 9 de marzo de 1814 – San Petersburgo, 26 de febrero de 1861) fue un poeta y pintor ucraniano, fundador de la literatura moderna ucraniana y visionario de la Ucrania moderna.

Nació en una familia de siervos. Quedó huérfano a los 11 años. Debido a que mostraba talento para la pintura, su amo, P. Engelhardt, lo llevó a Vilna y San Petersburgo, donde Shevchenko recibió clases de pintura. Algunos pintores rusos y el poeta Vasili Zhukovski, intentaron obtener a su libertad, la cual consiguieron en 1838, tras pagar 2.500 rublos. Ese mismo año fue aceptado en la Academia de Artes, en el estudio de Karl Briullov y recibió la Medalla de Plata por un paisaje. Dos años después recibió su segunda Medalla de Plata por su óleo Joven Mendigo dando pan a un perro.

En 1840 publicó a su primera colección de poesía, Kobzar, que estaba escribiendo desde su época de servidumbre. En 1841 apareció su poema épico Haidamaky sobre el movimiento campesino ucraniano contra la nobleza polaca, y ganó su tercera medalla de Plata por La Gitana leyendo la suerte (Tsiganka Borozhity). En 1842 publicó una parte de la tragedia Nykyta Hayday y en 1843 completó el drama Nazar Stodolya. Luego del éxito de esas obras, Shevchenko viajó por Ucrania y comprobó las duras condiciones en las que vivían sus compatriotas y dibujó el álbum Ucrania pintoresca.

El 22 de marzo de 1845 la Academia de Artes le otorgó el título de artista y viajó de nuevo a su país, donde entró en contacto con integrantes de la «Hermandad de los Santos Cirilo y Metodio», una sociedad secreta política que abogaba por amplias reformas en el seno del Imperio Ruso. Shevchenko y otros miembros de la Hermandad fueron detenidos el 5 de abril de 1847, tras a prohibición de la sociedad; fue remitido a San Petersburgo y luego de encontrar la policía, en un allanamiento, su poema El Sueño (Hijo), en el cual criticaba al gobierno zarista, fue enviado al exilio cerca de Oremburgo, en los montes Urales, «bajo estricta vigilancia, con prohibición de escribir y pintar». Escribió sin embargo su famoso Testamento (Zapovit) en 1848 y poco a poco consiguió condiciones para realizar algunas pinturas, como Niña Kazaja (1856). Sólo pudo regresar en 1857, pero al no poder residir en San Petersburgo, se estableció en Nizhny Nóvgorod. En mayo de 1859 obtuvo permiso para ir a Ucrania, pero fue arrestado por blasfemia en julio y se le ordenó regresar a San Petersburgo.

Taras Sevchenko pasó los últimos años de su vida escribiendo poesía y pintando, pero tras los años de exilio, su salud se deterioró y murió el 10 de marzo de 1861.

Su obra se convirtió en cántigas populares, que cantaba y canta el pueblo ucraniano e impulsó a más escritores a escribir en lengua ucraniana, hasta entonces considerada por muchos como un «dialecto» del ruso.

When I am dead, bury me
In my beloved Ukraine,
My tomb upon a grave mound high
Amid the spreading plain,
So that the fields, the boundless steppes,
The Dnieper’s plunging shore
My eyes could see, my ears could hear
The mighty river roar.

When from Ukraine the Dnieper bears
Into the deep blue sea
The blood of foes … then will I leave
These hills and fertile fields —
I’ll leave them all and fly away
To the abode of God,
And then I’ll pray …. But till that day
I nothing know of God.

Oh bury me, then rise ye up
And break your heavy chains
And water with the tyrants’ blood
The freedom you have gained.
And in the great new family,
The family of the free,
With softly spoken, kindly word
Remember also me.

My Testament

Taras Shevchenko

No me atrevo a traducirla al castellano, lo siento. No quiero correr el riesgo.

Invincible

julio 22, 2008

Nadie puede pararte. Nadie podrá cortarte tus alas de libertad mientras estés a mi lado. Nadie, ¿lo has oído?

Tardamos demasiado en encontrarnos el uno al otro, pero valió la pena. Ahora no dejaré que nadie vuelva a arrebatarte tu magia, tu encanto… Porque eres algo mágico. Las palabras que salen de tu boca se convierten en estrellas, que alumbran mi cielo allá donde vaya, esté donde esté. Tus sueños… me sumerjo en tus sueños, y haces que me vuelva a sentir esa niña que necesitaba un abrazo, pero con una diferencia: ahora tú me lo ofreces, eso y mucho mas.

Nadie puede pararte. Nadie, ¿lo has oído?

Follow through
Make your dreams come true
Don’t give up the fight
You will be alright
Cause there’s no one like you in the universe

Don’t be afraid
What your mind consumes
You should make a stand
Stand up for what you believe
And tonight
We can truly say
Together we’re invincible

Invincible – Muse – H.A.A.R.P

Escritos en el agua

julio 16, 2008

Seguramente debería de empezar con este blog con algo optimista, algo que dé lugar a un «futuro camino» en este mundillo llamado blogs. Pero… ¿qué mejor que una obra que mediante el pesimismo nos recuerde que estamos vivos y que debemos aprovechar cada momento?

Desde niño, tan lejos como vaya mi recuerdo, he buscado siempre lo que no cambia, he deseado la eternidad.
Todo contribuía alrededor mío, durante mis primeros años, a mantener en mí la ilusión y la creencia en lo permanente; la casa inmutable, los accidentes idénticos de mi vida. Si algo cambiaba,era para volver más tarde a lo acostumbrado, sucediéndose todo como las estaciones del año, y tras la diversidad aparente siempre se translucía la unidad ítima, YO.
Pero terminó mi niñez y caí en el mundo. Las gentes morían entorno mío, y las casas se arruinaban. Como entonces me poseía el delirio del amor, no tuve una mirada siquiera para aquellos testimonios de la caducidad humana.
Si había descubierto el secreto de la eternidad, si yo poseía la eternidad de mi espíritu, ¿qué me importaba todo lo demás? Mas apenas me acercaba a estrechar un cuerpo contra el mío, cuando con mi deseo creía infundirle permanencia, huía de mis brazos dejándolos vacíos.
Después amé los animales, los árboles, la tierra… todo desaparecía, poniendo en mi soledad el sentimiento amargo de lo efímero, Yo solo parecía duradero entre la fuga de las cosas. Y entonces, fija y cruel, surgió en mi la idea de mi propia desaparición, de cómo también yo partiría de mi un día.
¡Dios! exclamé, entonces; dame la eternidad. Dios se convirtió en lo que para mi ya no existía en el mundo, se convirtió en el amor verdadero, en el amor nunca roto… triunfante sobre el tiempo y la muerte.. y amé a Dios como al amigo incomparable y perfecto.
Fue un sueño más, por que Dios no existe… me lo dijo la hoja seca caída que un pie deshace al pasar… me lo dijo el pájaro muerto inerte sobre la tierra… me lo dijo la conciencia, que un día ha de perderse en la vastedad del no ser y si Dios no existe, ¿cómo puedo existir yo? yo no existo ni aun ahora, que como una sombra me arrastro entre el delirio de las sombras, respirando estas palabras desalentadas, testimonio (¿de quién y para quién?) absurdo de mi existencia.

«Ocnos»

Luis Cernuda

Nunca me cansaré de agradecerle a un gran amigo el que me haya hecho descubrir sensaciones nuevas como las que me produce este texto. Muchas gracias. Por este corto (pero a la vez largo e intenso) tiempo… y el que nos queda.