marzo 22, 2010

Acaso la razón proteste
por la triste realidad de la vida
y advierta al doliente corazón
cuán vanos sus sueños queridos pueden siempre ser,
y la verdad puede brusca pisotear
las flores que la fantasía ahora mismo aireó.

Pero tú estás siempre ahí, para volver a traer,
con tu soplo de vida,
las eternas visiones del seco manantial
y sacar de la muerte una vida más viva,
y hablar al oído con divina voz
de otros mundos reales tan bellos como el tuyo.

– Emily Brontë